El fallido golpe en Corea del Sur es una muestra de la lucha entre autoritarismo y democracia en medio de la inestabilidad global.
La crisis asiática demuestra el riesgo de expansión de un modelo iliberal impulsado por regímenes como Rusia y China.
EEUU, como garante del sistema occidental, entra en una fase incierta con el posible regreso de Trump.
La noche del martes, Corea del Sur, uno de los países más estables de Asia, entró en crisis.
El presidente Yoon Suk-yeol intentó resolver el bloqueo político apelando a una ley marcial, revocada horas después por presión popular y parlamentaria.
Este incidente en un aliado occidental clave, que alberga 28,000 soldados de EEUU, refleja la inestabilidad en la frontera con Corea del Norte, una dictadura nuclear aliada con Putin.
Conclusión: La situación en Corea del Sur es un reflejo de la tensión global existente, donde el autoritarismo busca ganar terreno en un contexto de inestabilidad y cambio geopolítico.