La imagen publicada por EL MUNDO del presidente y Víctor de Aldama en un evento del PSOE es el núcleo de una bomba de corrupción que afecta al Gobierno y al partido.
Aldama alega haber pagado grandes comisiones a varios miembros del PSOE y a altos cargos del gobierno, pudiendo poner en peligro la credibilidad de Pedro Sánchez.
Las acciones de Aldama trastocan la estrategia del gobierno de sacar provecho de los alegatos de corrupción.
Aldama tuvo una enorme influencia gracias a su cercanía con el entorno de Sánchez; su relación con miembros clave del partido significaba que tenía un peso considerable.
Aldama también alega irregularidades con respecto a Venezuela y plantea preguntas inquietantes sobre las relaciones exteriores de España.
Conclusión: Estas acusaciones plantean serias dudas sobre la integridad del Gobierno y del PSOE y sugieren un nivel de corrupción que, si se demuestra, podría tener implicaciones políticas y personales significativas.