El PNV apoya que las regiones ricas paguen menos que las pobres, un proyecto que se alinea con su perspectiva reaccionaria.
El concierto económico es sobrefinanciado por el resto de España, contribuyendo anualmente con unos 2.000 millones de euros para las políticas públicas vascas.
Estos contribuyentes no reciben solidaridad a cambio, ya que un gran porcentaje de las aportaciones van a pensiones de la envejecida sociedad vasca.
La economía vasca representa una pequeña parte (5,89%) del PIB nacional, en comparación con Cataluña (19%).
Sorprende que el lehendakari Imanol Pradales justifique el cupo catalán, argumentando falsamente que es la Comunidad de Madrid quien 'drena' recursos.
Conclusión: El sistema de financiación actual es injusto y favorece al País Vasco en detrimento del resto de las comunidades. Es momento de cuestionar si esto es justificado.