El sector de la desalación necesita una mayor planificación para garantizar el abastecimiento.
Es necesario trabajar con previsión, reduciendo la burocracia y explorando inversiones con participación público-privada.
La desalación requiere un marco de financiación estable, no debe depender de las urgencias resultantes de la falta de lluvia.
España, con 765 plantas desaladoras, debe aprovechar su posición de pionera mundial en la desalación.
Varias plantas están en construcción o en proyecto de ampliación, aunque pueden demorarse dada la inversión y tiempo requeridos.
Conclusión: La gestión hídrica en España debe considerar seriamente la desalación, requiere planificación, financiación estable y reducción de burocracia para maximizar su potencial y garantizar el suministro de agua.