El Gobierno corre el riesgo de profundizar la parálisis política y económica si no aprueba nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Un rechazo a los PGE complicaría grandemente la implementación de reformas significativas, incluyendo estímulo a la vivienda.
La incapacidad de aprobar nuevos presupuestos obligaría a prorrogar los de 2023, enviando un mensaje negativo a Europa en un momento crítico de rigor y disciplina fiscal.
Los socios del Gobierno advierten que gobernar no es simplemente resistir sin aprobar leyes, mientras que los sindicatos amenazan con conflictos si no se implementa una jornada reducida.
Conclusión: La prórroga de los PGE solo beneficiaría a un Gobierno más interesado en mantenerse en el poder que en ofrecer soluciones a la situación actual.