Kamala Harris se enfrenta al reto de traducir el entusiasmo generado en un proyecto político sólido.
Harris ha dado un nuevo aire al Partido Demócrata, cambiando las tendencias de las encuestas.
A pesar de su popularidad, la victoria en noviembre no está garantizada.
La elección de Tim Walz como futuro vicepresidente equilibra el perfil más izquierdista de Harris.
El desafío principal es ofrecer una alternativa al populismo de Trump y curar la fractura social dejada por su gobierno.
El programa económico de Harris ha levantado dudas en el mundo empresarial y ha proporcionado munición a los republicanos.
Su propuesta de aumentar el impuesto de sociedades al 28% genera recelo.
Los demócratas no pueden subestimar a Trump y confiar demasiado en la figura de Harris.
Conclusión: El desafío para Harris y el Partido Demócrata es enorme, y necesitan un proyecto político sólido y una estrategia económica aceptable para ganar la elección. No deben subestimar a Trump.