Las conversaciones para un alto el fuego en Gaza, lideradas por EEUU, Qatar y Egipto, están en un momento decisivo.
La presión recae sobre Hamas, que no ha rechazado completamente el plan de paz.
La creciente presión interna es evidente en Israel, con algunas figuras cercanas a Netanyahu mostrándose favorables a un acuerdo.
Existe una movilización diplomática liderada por EEUU apoyada por los intereses nacionales.
La ofensiva de Israel tiene fuerte respaldo mundial a pesar que ha superado los límites del derecho internacional.
La crisis humanitaria es insoportable y se espera que Hamas pueda poner fin a la barbarie.
Conclusión: El avance hacia una tregua es fundamental y todos los ojos están puestos en Hamas y en las negociaciones en marcha. Deben equilibrarse la seguridad de Israel, los límites del derecho internacional y la imperiosa necesidad de poner fin a la crisis humanitaria.