La condena del periodista Evan Gershkovich en Rusia restringe el periodismo en autocracias.
Gershkovich se ha convertido en un símbolo de resistencia al abuso de poder.
Esta condena refleja la deriva iliberal de Vladimir Putin.
Estas acciones alejan a Rusia de las naciones democráticas respetuosas de los derechos humanos.
El acercamiento al Kremlin del primer ministro húngaro, Viktor Orban, es cada vez más intolerable.
Se necesita unidad y aislamiento de Moscú en respuesta a sus acciones.
Conclusión: La condena de Gershkovich denota el estado restrictivo del periodismo en autocracias y obliga a un llamado a la unidad y al aislamiento de figuras como Putin y políticas antagónicas a los principios democráticos.