La gira del Rey por los países bálticos ha servido para afianzar la relación con importantes socios europeos y el compromiso de España en la defensa de la región ante la amenaza de Rusia.
La ausencia de miembros del Ejecutivo durante la visita a Estonia y Lituania y la incorporación tardía de la Ministra de Defensa en Letonia refleja una falta de respeto por la función del Monarca y por los países bálticos.
Esto no es una excepción ya que el Rey ha asistido sin ningún ministro a cuatro tomas de posesión en países de América Latina.
El Rey Felipe VI ha cumplido con sus competencias con la prudencia y neutralidad que exige su posición, pero el Ejecutivo no ha mostrado la consideración deseable.
Conclusión: El Gobierno muestra poca consideración y respeto a la función del monarca en las relaciones internacionales, pese a la prudencia y neutralidad con la que el Rey ha cumplido sus responsabilidades.