Pedro Sánchez, pese a subir al poder bajo la consigna anticorrupción, ahora se ve envuelto en casos de corrupción y nepotismo.
El Tribunal Constitucional anuló la condena por prevaricación contra Magdalena Álvarez, uno de los actores principales del caso ERE.
Se critica al gobierno de Sánchez por utilizar los fallos del Tribunal Constitucional para legitimar la corrupción en sus filas.
Se alega que el PSOE usó ayudas al desempleo para comprar lealtades y mantenerse en el poder.
Conclusión: Hay un creciente cuestionamiento sobre la legitimidad del gobierno de Pedro Sánchez y su compromiso contra la corrupción. Su relación con el Tribunal Constitucional también se ve cuestionada.