El fin del mandato de Pablo Hernández de Cos marca el cierre de una etapa de autonomía, rigor y transparencia en el Banco de España.
La institución ha logrado recuperar su prestigio e independencia a pesar de impactos como Covid e inflación, y el deterioro institucional provocado por el gobierno de Sánchez.
Hernández de Cos ha sido firme y claro en sus decisiones, frecuentemente en contradicción con el Gobierno.
En su despedida, Hernández de Cos pide ambición y acuerdos políticos grandes para enfrentar los desafíos venideros.
España y Europa corren el riesgo de quedarse atrás en una era de incertidumbre y transformaciones.
El sucesor de Hernández de Cos aún no ha sido designado por el Gobierno.
Tradicionalmente, se espera que un nuevo perfil profesional y de consenso sea elegido junto al PP.
Actualmente, el Banco de España está en una situación de interinidad, lo que altera su funcionamiento y hace que España pierda su voto en el BCE de forma provisional.
Conclusión: Hernández de Cos ha dirigido con rigor y transparencia al Banco de España, pidiendo en su despedida acuerdos políticos fuertes. La falta de un sucesor designado suma incertidumbre y altera la operación normal de la institución.