El gobierno muestra fragilidad, incapaz de acordar con socios y aliados.
La coalición está más dividida que nunca.
La brecha con sus socios se agranda, estos conscientes de la dependencia parlamentaria del primer ministro, le exigen más.
La norma del Suelo, que hubiera podido lograr apoyo del PP, ha sido retirada.
El PSOE ha olvidado cómo buscar pactos con los grandes partidos.
Conclusión: El Gobierno, cada vez más débil, se encuentra en una situación política precaria, lejos de lograr consensos y acuerdos necesarios para gobernar.