La estrategia de Pedro Sánchez ante la investigación judicial a su mujer por tráfico de influencias se ve como una amenaza a la prensa.
Sánchez busca desacreditar a los medios críticos para ocultar informaciones veraces sobre los nexos de su esposa con empresarios favorecidos por el Gobierno.
El presidente se enfrenta a un problema con una carta de recomendación firmada por su esposa, que benefició a la consultora de Carlos Barrabés.
La táctica usada por Sánchez de calificar como bulo toda exclusiva veraz es conocida y también practicada por la Fiscalía General del Estado.
Sánchez amenaza con una regeneración de la prensa iliberal después de las europeas.
En Navarra, María Chivite quiere crear una agencia de verificación de noticias.
Conclusión: Estos hechos suponen un intento del gobierno y del propio presidente de controlar y desacreditar a los medios de comunicación, amenazando así su papel como contrapoder en la democracia.