Pedro Rocha ha sido proclamado presidente de la Federación de Fútbol (RFEF) a pesar de estar implicado en un caso de corrupción.
El Gobierno intervino a la RFEF a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), creando una comisión de supervisión y representación.
Rocha no fue suspendido ya que no ostentaba ningún cargo federativo el día que el Gobierno intervino.
Surgen cuestionamientos sobre la intervención del Gobierno un día antes de la elección de Rocha como presidente.
La decisión de intervención es parte de un pacto en el que participó el mismo Rocha.
Conclusión: El Gobierno parece estar colaborando con quienes son acusados de corrupto, lo que oscurece el proceso de regeneración profunda que necesita la RFEF.