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Editorial: El Mundo

  • Irán realizó su primer ataque directo a Israel, elevando la tensión regional a un nivel sin precedentes.
  • La ofensiva iraní fue más intensa de lo esperado, pero fue frenada por las defensas israelíes y sus aliados.
  • El régimen de los ayatolás expresó satisfacción por la represalia y demostró su poderio ante sus aliados regionales.
  • El riesgo de guerra regional todavía persiste y depende de la respuesta del gobierno de Benjamin Netanyahu y de la capacidad diplomática de EEUU.
  • Netanyahu mejoró su imagen debido a la eficacia para frenar el ataque, pero el incidente interrumpe las expectativas de un alto el fuego.
  • La respuesta tardía de Pedro Sánchez al ataque iraní podría complicar las relaciones con sus socios europeos.

Conclusión: Los próximos días serán decisivos para la distensión en Oriente Próximo. La crisis actual la tiene en sus manos Netanyahu, quien se ha mostrado un socio poco fiable.