El fichaje de David Broncano refuerza el control del Gobierno de la Moncloa sobre la televisión pública.
El Gobierno ha utilizado tácticas para contrarrestar las críticas que se reciben desde El Hormiguero en Antena 3.
Esta interferencia política tiene un coste de 28 millones de Euros para las arcas públicas.
La reputación de la corporación como servicio público se ha dañado por una guerra interna.
El Gobierno muestra una creciente tendencia a colonizar las instituciones y convertir a RTVE en un instrumento de poder.
Conclusión: El fichaje de Broncano demuestra una clara interferencia política en la televisión pública, lo cual ha tenido un coste económico y reputacional para la corporación, evidenciando una tendencia preocupante del gobierno a colonizar las instituciones.