Ucrania entra en su tercer año de guerra, desgastada, y requiere de apoyo significativo y viable de Europa.
Rusia ha hecho avances, fortaleciendo su economía y alianzas militares, y usurpando territorio ucraniano estratégico. Posiblemente planea ataques futuros en Europa.
Putin ha silenciado las voces críticas internamente, consolidando su autocracia.
El conflicto ucraniano amenaza directamente la estabilidad y la arquitectura de seguridad de Europa.
Europa necesita reforzar su apoyo a Ucrania, un país candidato para adhesión a la UE y OTAN.
Se necesita una pedagogía para comunicar la importancia de defender a Kiev y Europa.
Conclusión: La guerra en Ucrania no sólo es una lucha local. Enfrenta directamente a los pilares de Europa, y para ganar, Europa debe fortalecer su compromiso con Ucrania y sus ciudadanos deben entender que la defensa de Kiev es en interés propio.