La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) señala a España por abuso en la contratación de personal indefinido no fijo.
Pese a la autocelebración del Gobierno por haber reducido la temporalidad laboral tras la reforma, la tasa de temporalidad en el sector público sigue siendo demasiado alta.
El fallo del TJUE responde a una década de protestas y podría llevar a la conversión a empleados fijos de un número todavía indeterminado de trabajadores.
Se sugiere un enfoque en la productividad de los trabajadores en lugar de simplemente en su número.
La reestructuración eficiente del sector público es esencial para reducir el gasto y mejorar el funcionamiento de la administración.
Conclusión: La sentencia del TJUE revela la necesidad de que España aborde la alta tasa de temporalidad en su sector público y reestructure el mismo para mejorar su eficiencia.