El PSOE de Pedro Sánchez está experimentando una significativa descomposición territorial.
Esta descomposición se vio claramente en las elecciones autonómicas del 28-M y se hizo aún más evidente en los recientes comicios.
En los últimos cuatro años, el PSOE ha perdido escaños en 12 de las 17 Comunidades Autónomas, y ha perdido el poder en seis de ellas. Ya solo preside tres.
El acercamiento del PSOE a los nacionalismos ha tenido un coste elevado en la implantación autonómica del partido.
La dirección del partido, con Pedro Sánchez a la cabeza, ha tomado un rumbo que ha desarticularizado el país.
Existe una percepción creciente dentro del PSOE de que Sánchez podría no sobrevivir políticamente después de las elecciones europeas de junio.
Conclusión: La caída del PSOE es evidente, y con ello se ha generado una crisis política y territorial en España. La posición de Pedro Sánchez se ve cada vez más comprometida, mientras que el papel del PP en este contexto se hace crucial para la estabilidad del Estado.