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Editorial: El Mundo

  • Los agricultores franceses acusan a Macron y al ascenso de Le Pen en los sondeos.
  • Macron responde a la crisis con un repliegue soberanista incompatible con su posición europeísta.
  • Los manifestantes acusan a España e Italia de tener normas fitosanitarias menos estrictas y vender a precios más bajos.
  • El nuevo primer ministro, Gabriel Attal, acusa de «competencia desleal» y pide cambios a la UE para proteger a los agricultores franceses.
  • El argumento de que los productos españoles e italianos tienen peores estándares medioambientales es falsos, ya que cumplen las mismas normas de la UE.
  • La gestión de la crisis en Francia evidencia el riesgo de usar la retórica anti-europea para resolver problemas nacionales.

Conclusión: Esta estrategia debilita la cohesión en la UE y beneficia a la ultraderecha que busca romperla.