El Gobierno está dispuesto a traspasar a Cataluña la competencia en inmigración, una decisión que podría ser inconstitucional y atentar contra los derechos y libertades que solo la nación en su conjunto puede regular.
Con esta medida, se da a Junts la bandera del discurso antiinmigración, algo que puede beneficiar a Carles Puigdemont en su competencia política contra Aliança Catalana.
PSOE, con esta renuncia a sus principios de solidaridad e internacionalismo, refuerza a Junts y su perfil xenófobo en línea con el discurso de 'Cataluña primero'.
Ante la insistencia de Cataluña de decidir sobre los 'flujos migratorios', el Tribunal Constitucional mantiene que la inmigración es competencia 'exclusiva' del Estado.
La cesión de inmigración ha sido acogida con euforia por los neoconvergentes. Igualmente, surgen demandas similares del País Vasco, mostrando un posible efecto dominó.
Conclusión: La decisión de traspasar la competencia de inmigración a Cataluña presenta riesgos notables, incluyendo un posible aumento en la discriminación. También puede agudizar las divisiones políticas y resultar en un trato desigual entre las comunidades autónomas.