El Ecuador enfrenta una situación de violencia extremada por grupos narcoterroristas que amenazan la seguridad y la democracia.
El asalto violento a varias instituciones y la fuga del criminal más buscado ha obligado al Gobierno a declarar un 'conflicto armado violento'.
El crimen organizado ha llevado al país a registrar la mayor tasa de muertes violentas en su historia.
El presidente Noboa está desafiado a gestionar la crisis sin salirse del marco de la legalidad.
Es necesario endurecer los controles fronterizos para evitar la expansión de los cárteles de droga que semejan terror.
Conclusión: La situación urgente en Ecuador pasa por detener la escalada de violencia y la expansión del narcotráfico, que abre un escenario de incertidumbre en toda la región.