Francia se ha convertido en el primer país del mundo en incluir el derecho al aborto en su Constitución.
Dicha decisión cuenta con un amplio apoyo del 58% de los ciudadanos franceses.
La inclusión del aborto en la Constitución se interpreta como un escudo frente a posibles cambios futuros en las mayorías políticas.
Existen dudas en cuanto a la necesidad de esta inclusión, ya que el derecho al aborto se ha ido ampliando con diversas reformas.
La decisión también tiene implicaciones sobre otros derechos, como la libertad religiosa, ya que bloquea la posibilidad de que dichas creencias influyan en políticas públicas.
Conclusión: La decisión de incluir el aborto en la Constitución cierra el debate jurídico, pero no necesariamente el debate ideológico, asegurando protección contra futuras variaciones políticas pero planteando cuestionamientos sobre la exclusión del debate político.