En la última semana, Ucrania celebró las dos fechas más trágicas de su siglo XXI, marcadas por la agresión rusa.
El sueño de una rápida victoria militar de Rusia sobre Ucrania no se ha cumplido, lo que ha llevado a una guerra de desgaste.
Ucrania ha resistido gracias al sacrificio de su pueblo, el coraje de sus líderes y la ayuda internacional.
El apoyo occidental a Ucrania está flaqueando, mientras Rusia depende cada vez más de China en una situación de tensiones crecientes.
Es posible que Putin vea el potencial de una victoria en una guerra de desgaste gracias al soporte económico de su aliado y la aparente falta de voluntad de Occidente.
Conclusión: Europa debe decidir si asegura la victoria de la resistencia ucraniana o corre el riesgo de enfrentarse a Putin en un conflicto directo.