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Editorial: El Español

  • El Gobierno español se apresura a evitar que las organizaciones agrícolas locales se unan a las protestas agrícolas europeas.
  • El sector agrícola, duramente golpeado por los costos energéticos derivados de la crisis en Ucrania, pide la paralización de varios acuerdos comerciales.
  • Las protestas centran en el acceso desigual a los mercados europeos de productores extranjeros, calificadas como competencia desleal.
  • Las regulaciones sanitarias y ambientales de la UE deben ser igualmente impuestas a los productores internacionales.
  • Otros problemas incluyen la sequía, la complejidad de la PAC y cuestiones laborales y de costos de producción.
  • Existe un respeto general hacia el sector agrícola y ganadero siendo víctimas colaterales de políticas de decrecimiento económico.
  • Las reclamaciones del sector agrícola son razonables y se necesita una respuesta unificada de la UE.

Conclusión: La competencia injusta de los productores internacionales necesita ser direcccionada por la UE. Las marchas agrícolas son reflejo de problemas serios que amenazan la cadena agroalimentaria y nuestra dependencia de productores fuera de la UE.