El Gobierno ha intentado eludir su responsabilidad en las escuchas al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Las escuchas fueron autorizadas por el Tribunal Supremo antes de que el PSOE llegará al gobierno.
Las escuchas a Aragonès fueron aprobadas con el PSOE ya en el poder.
El motivo de las solicitudes fue la sospecha de que Pere Aragonès pudiera estar coordinando las acciones de los CDR.
El Gobierno defiende que el CNI no informó al Gobierno de que espiaba a Pere Aragonès.
Conclusión: El Gobierno, dada su obligación de conocer las operaciones del CNI, debió conocer las escuchas a sus socios de Gobierno. Si no lo sabía, entonces hay un grave desconocimiento del Ejecutivo sobre lo que ocurre en su propio ámbito de actuación.