Pedro Sánchez, en su discurso en el Foro de Davos, dio importancia a la gobernanza global de la digitalización y criticó las promesas vacías de algunos gurús de Silicon Valley.
Sánchez abogó por la participación pública en la orientación de la innovación tecnológica y criticó el neoliberalismo.
El presidente español quiere vincular la prosperidad nacional y empresarial con el cumplimiento de los objetivos ecológicos, la igualdad de género y la participación activa del Estado en la economía.
Sánchez busca replantear la idea de la socialdemocracia y del Estado de Bienestar, sugiriendo un papel más activo del Estado en la creación de riqueza.
El artículo critica la visión de Sánchez, alegando que su intervencionismo podría lastrar el dinamismo económico y la competitividad.
Conclusión: Mientras que Sánchez puede presentar una visión atractiva de un Estado más activo y participativo en la economía y en la sociedad, preocupa la posibilidad de que su visión derive hacia el intervencionismo y la sobreregulación, lo que podría dañar la economía.