Pedro Sánchez propone una regulación para controlar el acceso de jóvenes a la pornografía.
Alrededor del 20% de los jóvenes inician en el sexo a través del porno.
Estos contenidos pornográficos pueden contribuir a la cosificación y normalización de la violencia sexual.
El acceso temprano a la pornografía puede tener efectos negativos a nivel físico y emocional.
Existen objeciones a la practicidad de este control en internet, además de las posibles violaciones a la privacidad.
Una solución posible es el enfoque preventivo, a través de la educación y formación digital, y el consenso social de que la pornografía puede ser nociva.
Conclusión: Aunque el control absoluto de contenidos pornográficos en la internet es casi un imposible, es necesario buscar alternativas como la educación para proteger a los jóvenes, e interiorizar en ellos la responsabilidad en sus prácticas sexuales futuras.