Los votantes estadounidenses eligieron devolver a Donald Trump a la Casa Blanca, lo que pone al país en un curso precario.
Millones de estadounidenses votaron por un candidato con profundos defectos, creyendo que él podría solucionar los problemas urgentes del país.
Mr. Trump probablemente pondrá como máxima prioridad acumular poder sin restricciones y castigar a sus enemigos percibidos.
Trump no respeta la ley, ni los valores, normas y tradiciones de la democracia.
El presidente entrante ha prometido rodearse de facilitadores preparados para jurarle lealtad y dispuestos a hacer cualquier cosa que él ordene.
Conclusión: A pesar de la grave amenaza que la reelección de Trump representa para la república, el destino final de la democracia estadounidense está en manos de su pueblo.