El alcalde Eric Adams se enfrenta a críticas por el manejo de la crisis de los migrantes y problemas personales.
Las lesiones de Adams han estado marcadas por la erosión del decoro civil, reflejadas en sus ataques personales contra otros funcionarios públicos.
La administración de Adams está implementando recortes presupuestarios significativos, intensificando los problemas de gestión de la ciudad.
Adams pareciera no tener una visión o iniciativa característica, necesaria para desviar la atención de los dramas políticos.
El alcalde Adams tiene una baja aprobación del 28%, la más baja para cualquier alcalde de la ciudad de Nueva York desde 1996.
La ciudad de Nueva York está en un punto de inflexión, con la transición del modelo de economía laboral en el centro de la ciudad a un posible nuevo modelo aún por definir.
Conclusión: Adams está bajo un escrutinio intensivo debido a su manejo de la ciudad y a su comportamiento. Esta problemática y los enormes cambios socioeconómicos en la ciudad apuntan a un futuro incierto para Nueva York.