El desarrollo urbano en Detroit no se ha extendido fuera del centro y no beneficia a la mayoría de los residentes de la ciudad, especialmente a aquellos que son desplazados por la creciente gentrificación.
A pesar de los proyectos de inversión masiva en la ciudad, muchas veces financiados con incentivos fiscales y ofertas de terrenos favorables, los beneficios a nivel comunitario son limitados y no llegan a los residentes de largo plazo.
El acuerdo de beneficios comunitarios de Detroit, aunque es un avance, no ha logrado proporcionar resguardo sustancial contra el desplazamiento o garantizar que los residentes locales se beneficien suficientemente de los proyectos de desarrollo en su ciudad.
Los programas de renovación de viviendas son costosos y están plagados de dificultades, lo que complica el establecimiento de raíces sostenibles en la ciudad para aquellos que se encuentran financieramente limitados.
Conclusión: El actual impulso de desarrollo en Detroit, que se centra principalmente en traer nuevas inversiones y personas, está fallando en abordar las necesidades y derechos de los residentes actuales, lo que resulta en un desplazamiento creciente y una brecha cada vez mayor entre los ricos y los pobres.