La realización inminente de los Juegos Olímpicos en París parece surrealista debido al contexto político actual.
La disolución excepcional de la Asamblea Nacional y sus consecuencias han eclipsado la seguridad de la ceremonia de apertura y los Juegos.
Los habitantes de París se dividen en tres grupos: aquellos que han decidido abandonar la ciudad, aquellos que no tienen otra opción que moverse entre las restricciones, y aquellos que disfrutan de una ciudad tranquila.
Los comerciantes de la ciudad están enfrentando dificultades, ya que tanto los parisinos como los turistas no han llegado en gran número.
Hay miedo de que la imagen actual de caos en Francia cause cancelaciones de última hora.
Sin embargo, se espera que la alegría y el deseo de celebrar se impongan en el ánimo general.
La cita olímpica tiene el potencial de levantar la moral del país si se lleva a cabo sin incidentes mayores.
Conclusión: Es posible que la clase política necesite inspirarse en los principios del Olimpismo, como la alegría del esfuerzo, el buen ejemplo y el respeto a los principios éticos fundamentales universales.