El presidente de Irán, Ebrahim Raïssi, y el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, han sido declarados muertos tras un accidente de helicóptero.
El helicóptero se estrelló en el noroeste de Irán y, a pesar de las extensas operaciones de búsqueda, no se encontraron supervivientes.
El mal tiempo y la ubicación remota de la zona del accidente complicaron las operaciones de búsqueda.
Las operaciones de búsqueda fueron dirigidas por el ejército iraní y los guardias revolucionarios.
A Raïssi se le consideraba un potencial sucesor del Ayatolá Khamenei.
Conclusión: La muerte de Raïssi y Amir-Abdollahian representa un cambio significativo en la estructura de poder en Irán.