La estética médica se ha convertido en un problema social que afecta a todas las clases y generaciones.
Las redes sociales han exacerbado la insatisfacción con el envejecimiento natural.
Los médicos estéticos están explotando esta obsesión ganando beneficios financieros.
Los centros de salud están utilizando tratamientos estéticos para monetizar, esencialmente comercializando la salud.
Este fenómeno está agotando los recursos ya limitados de los médicos y contribuyendo a la desertificación médica.
Conclusión: Los impactos de la medicina estética van mucho más allá de un simple lifting, y está afectando la distribución y la calidad de la atención médica en general.