No hubo discursos históricos el 4 de marzo de 2024 en el Congreso reunido en Versalles, pero sigue siendo un día histórico.
Madeleine Pelletier, una feminista que realizaba abortos clandestinos en el siglo XX, merece reconocimiento.
El día trae recuerdos del juicio de Bobigny, donde Gisèle Halimi logró la absolución de Marie-Claire Chevalier, una mujer que abortó después de ser violada.
Es una ocasión para compartir el coraje y la emoción de Simone Veil en la Asamblea Nacional por la legalización del aborto.
También se rinde homenaje a todas las activistas, todas las representantes menos famosas, que continúan luchando por estos derechos.
Es un motivo de alegría y un motivo para olvidar, al menos por un día, los vientos reaccionarios que están en contra.
Conclusión: Se debe tomar tiempo para saborear esta victoria lejos de ser simbólica.