El desafío principal de la ecología es involucrar a los más afectados, es decir, a los habitantes de los barrios populares.
Los suburbios de concreto de Francia sufren extremadamente durante los episodios de calor intenso y frío extremo.
En estos territorios, las desigualdades climáticas se encuentran con desigualdades sociales, lo que los hace especialmente vulnerables.
La ecología aún no logra ser un tema de preocupación para la mayoría de los habitantes de estas ciudades.
Es urgente repensar la ecología, con y para los menos privilegiados, terminando con la verticalidad de una ecología hecha por élites.
La ecología puede ser liberadora, económicamente formando a la juventud para las oportunidades del futuro, y políticamente construyendo las bases de una sociedad más justa y sostenible.
Conclusión: La ecología popular es una oportunidad. Precisamente porque los barrios sufren todas las dificultades, las soluciones que surgen ahí estarán a la altura del desafío que a todos nos concierne.