Emmanuel Macron, tras aceptar la renuncia de Michel Barnier, indica que buscará un reemplazo rápidamente pero no anunciará un nombre hasta 'los próximos días'.
Macron intenta ofrecer tranquilidad y confianza al pueblo francés, a pesar de la crisis y la inestabilidad, asegurando que 'la continuidad del Estado' está garantizada.
Macron se enfrenta al reflejo de su propio fracaso, con la enorme decisión de nombrar un Primer Ministro con tendencias extremistas de derecha, o elegir a alguien que sea capaz de mediación con la izquierda, centro y derecha republicana.
Conclusión: La situación política de Macron está en crisis, encontrándose en una encrucijada cruciales con respecto al nombramiento del próximo Primer Ministro y habiendo generado un gran malestar y desconfianza en el país.