Michel Barnier intentó, sin éxito, ganarse a Marine Le Pen hasta el último momento.
Barnier dio prioridad al partido de extrema derecha, Rassemblement national, sobre otros
Barnier también intentó estratégicamente complacer a RN.
Enfrentando a la extrema derecha cediendo a sus demandas, Barnier falló moral y estratégicamente.
Por última, Barnier ha disminuido la influencia de la derecha republicana tras sus intentos de apaciguar a RN.
Conclusión: La estrategia de Barnier para tratar con la extrema derecha, principalmente tratando de apaciguar al RN para garantizar su supervivencia política, no solo fue moralmente cuestionable sino estratégicamente ineficaz, disminuyendo la influencia de la derecha republicana.