Donald Trump, quien anteriormente retiró a los Estados Unidos del Acuerdo de París y considera el cambio climático una 'estafa', amenaza con repetir sus acciones si regresa a la Casa Blanca.
La potencial reinstauración del sector de petróleo y gas por Trump representa un riesgo para la regulación de gases de efecto invernadero y por tanto, el calentamiento global.
El fracaso de la COP29 podría desacreditar futuras conferencias, agravando aún más la crisis climática.
El progreso en Brasil bajo Lula, que ha logrado una reducción del 30.6% en la deforestación del Amazonas, presenta un modelo de acción climática.
China, otro gran emisor, ha reconocido la importancia económica y medioambiental de abordar el cambio climático.
Conclusión: La capacidad de hacer frente a la crisis climática no es una cuestión de posibilidad, sino de voluntad. Trump podría obstruir este progreso, pero ejemplos como Brasil y China demuestran que la acción efectiva es posible y necesaria.