Samuel Paty fue asesinado por un terrorista islamista que actuaba en solitario, pero no era tan solitario como parecía.
Ocho personas enfrentarán juicio por su supuesta complicidad en el asesinato de Paty.
El crimen podría haber sido producto de toda una red de cómplices, informantes malvolos y predicadores de odio.
El asesinato ha sacudido a la profesión docente y ha generado dificultades para transmitir principios cívicos a los niños en una sociedad cada vez más intolerante.
El juicio también sirve de oportunidad para llevar a cabo un debate nacional sobre los valores y prioridades de la República.
Conclusión: Es necesario recordar los valores que unen a Francia para combatir cualquier complicidad con una ideología dañina que busca dividir al país.