Los 50 coacusados del juicio de los violaciones de Mazan, se describen como personas normales desde diferentes edades y contextos sociales.
La perspectiva preocupante de estos hombres, muchos de los cuales no ven un problema en su comportamiento sexual abusivo.
El reconocimiento del valor de Gisèle Pelicot al insistir en que los debates de su juicio sean públicos.
Resalta la necesidad de progresar en la lucha contra la violencia sexual y en la consideración del consentimiento.
El importante trabajo de las asociaciones en este combate.
La existente necesidad de educación, mostrada en los testimonios de los 50 acusados.
Las necesidades legislativas existentes en términos de definición de violación, la noción de consentimiento y el abuso conyugal.
Conclusión: Para que esta lucha tenga un impacto real, se necesita un cambio tangible en la sociedad francesa antes y después del caso de Mazan y que los esfuerzos de Gisèle Pelicot no sean en vano.