El incremento en la edad de retiro ha mejorado el índice de empleo de personas entre 55-64 años, pero no ha resuelto el problema de mantenerlos en el trabajo hasta la edad legal de retiro.
Los trabajadores mayores enfrentan discriminación a la hora de buscar empleo y muchos luchan por mantenerse en el mercado laboral hasta que pueden recibir su pensión completa.
El envejecimiento de la población francesa debería motivar un cambio en la posición de los trabajadores mayores dentro de las empresas.
Las empresas prefieren contratar a jóvenes a pesar de apoyar el aumento de la edad de jubilación.
Hoy día, se hace cada vez más difícil mantener un empleo pasados los 50 años, lo cual puede resultar en desempleo y precariedad.
Conclusión: Si se quiere que los franceses trabajen por más tiempo, es esencial eliminar las barreras durante el proceso de contratación para los trabajadores seniors, corregir los sesgos en los algoritmos de contratación y, posiblemente, instaurar cuotas basadas en la edad.