Por primera vez desde el Brexit en 2016, las Islas Británicas inician un movimiento de acercamiento al continente europeo.
El gobierno laborista de Keir Starmer ha oficializado un 'nuevo partenariado estratégico' con la UE, señalando un cambio después de años de disputas y desconfianza.
Central para este acuerdo es un pacto de defensa y seguridad, mejorando la cooperación militar y la posible participación británica en el fondo europeo SAFE.
Las concesiones incluyen la eliminación indefinida de controles sanitarios para los productos británicos en la UE y el mantenimiento de acceso a las aguas británicas para pescadores franceses, belgas y holandeses hasta 2038.
A pesar de estos avances, la retórica anti-europea persiste en el Reino Unido, evidenciando el trauma persistente del Brexit.
Conclusión: El 'nuevo partenariado' refleja la atracción de la UE, el comienzo de una toma de conciencia del Reino Unido y la necesidad de pragmatismo en la reconstrucción de la relación en estos tiempos difíciles.