Ataques de drones en Port-Soudan se han incrementado desde mayo, recordando la cruel realidad de su guerra civil.
El conflicto ha cobrado más de 150.000 vidas y desplazado a 13 millones de personas.
El último aeropuerto civil todavía operativo en el país ha sido dañado, dificultando la entrega de ayuda.
A pesar de las esperanzas de una resolución pacífica en marzo, la guerra ha persistido y muestra signos de escalada.
Se sugiere que los rivales de Sudan están siendo apoyados por fuentes externas, exacerbando la rivalidad y el conflicto.
La tensión reciente ha llevado a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre el gobierno de Sudán y los Emiratos Árabes Unidos.
La implicación de actores externos en el conflicto complica la resolución y podría alentar una mayor violencia.
Conclusión: El conflicto en Sudán ha alcanzado un punto crítico, con una creciente división interna y presiones externas que podrían llevar a una mayor inestabilidad y enfrentamientos en la región.