Hubo un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.
Trump calificó la reunión con Xi como 'extraordinaria’, mientras que el líder chino no brindó ningún comentario público al respecto.
La China posee el control de la extracción de minerales esenciales para las tecnologías digitales y la industria de defensa, dándole cierto poder sobre las cadenas de producción mundiales.
Después de la amenaza de restricciones por parte de China sobre las exportaciones de tierras raras, Trump cambió su tono de confrontación.
China ha demostrado su capacidad de adaptación al diversificar sus relaciones comerciales, reduciendo así su dependencia de los Estados Unidos.
El problema de las restricciones estadounidenses sobre las exportaciones de microprocesadores indispensables para el desarrollo de la inteligencia artificial está sin resolver.
Conclusión: A pesar de no haber un ganador claro en esta coyuntura, es evidente que Trump subestimó a su adversario. Esto podría indicar la necesidad de un cambio en la estrategia de los Estados Unidos frente a China, que podría incluir la creación de un frente unido con sus aliados europeos y asiáticos.