El Bangladesh, país con historia de violencia política, ha experimentado recientemente una revolución popular masiva que derrocó al líder despreciado, Sheikh Hasina.
El líder derrocado tuvo que huir a la India mientras cientos de miles de manifestantes protestaban frente a su casa.
Este incidente está siendo comparado con el derrocamiento del presidente autócrata de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa.
Muhammad Yunus, ganador del premio Nobel de la paz de 2006, ha asumido el control temporal del gobierno bajo la supervisión militar.
La renovación democrática es una meta urgente pero incierta debido a la hostilidad y la venganza que podrían ser características de la época postrrevolucionaria.
Conclusión: El futuro es incierto para Bangladesh con la posibilidad de un resurgimiento de la oposición política, grupos islamistas y la presencia militar. El desafío para el nuevo poder en Bangladesh es enorme y la tarea de pacificar este país impredecible será exigente.