Las fuerzas ucranianas están desafiando a Moscú con un ataque audaz en territorio del agresor.
Alemania, que ha sido el principal proveedor de ayuda a Ucrania, decide reducir a la mitad su asistencia militar.
El ministro de finanzas alemán, Christian Lindner, anuncia que deberán encontrar otra fuente de fondos para la entrega de equipos suplementarios a Ucrania.
Los Estados Unidos se preguntan por qué deberían ayudar a Ucrania si Europa deja de hacerlo.
La situación política alemana es frágil y el canciller Olaf Scholz se enfrenta a la creciente oposición interna.
El recorte de la ayuda financiera a Ucrania por parte de Alemania puede ser una señal negativa y potencialmente peligrosa para el presidente ruso, Vladimir Putin.
Conclusión: La disminución de la ayuda de Alemania es problemática, no solo por la inestabilidad política que aleja a sus socios, sino también porque proporciona una señal de debilidad a Rusia mientras Ucrania está en el punto de mira.