Una guerra civil devastadora se lleva a cabo en Sudán, opone al ejército liderado por el general Abdel Fattah Abdelrahman Al-Bourhane, en contra de los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR) lideradas por el general Mohammed Hamdan Daglo.
La crisis ha provocado la muerte de más de 150.000 personas, desplazó a 11 millones de habitantes y forzó a 2,3 millones a huir a países vecinos.
Acceso a la ayuda alimentaria está actualmente bloqueado por los combatientes, dejando a 25 millones de sudaneses, más de la mitad de la población, sufriendo de hambre severa.
El conflicto es alimentado por interferencias extranjeras; mientras Egipto y Arabia Saudita respaldan al ejército oficial, los FSR reciben apoyo de Emiratos Árabes Unidos y Rusia.
Se reporta la presencia de armas fabricadas en China, Rusia, Serbia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Yemen en Sudan, a pesar del embargo de las Naciones Unidas.
Conclusión: El cese del conflicto en Sudan necesitará que se detenga la interferencia de los países extranjeros y la inclusión de representantes de la sociedad civil sudanesa en las negociaciones políticas. Solo las fuertes presiones internacionales pueden llevar a tal cambio.