La realización exitosa de los Juegos Olímpicos en París, superó las previsiones negativas. El país mostró unidad e ingenio durante las dos semanas completas.
El país se presentó de manera positiva, organizada y creativa, demostrando su capacidad para apreciar tanto su propio éxito como el de los demás.
La transportación pública funcionó impecablemente así como la seguridad que se mostró eficiente.
La decisión controvertida de realizar los Juegos Olímpicos en el corazón de París resultó en una experiencia única, mostrando la belleza de la ciudad a toda escala.
Los mejores atletas del mundo contribuyeron con su pasión y su dedicación, creando un evento verdaderamente igualitario.
Aunque los eventos deportivos no solucionan problemas sociales o políticos, no se puede desestimar su valor en generar un sentimiento de unión y patriotismo.
Es importante aprender lecciones políticas y sociales de este evento exitoso que mostró una nación con servicios públicos eficientes, empresas confiables y apoyo constante del público.
Conclusión: Es crítico que Francia capacite y utilice la positividad generada por los Juegos Olímpicos para contrarrestar estrategias basadas en miedo y odio.