Los conflictos en Gaza y la frontera norte de Israel siguen siendo graves, pero no deberían eclipsar el problema de la usurpación territorial en Cisjordania.
Desde que la coalición más conservadora llegó al poder en Israel, la confiscación de tierras palestinas ha aumentado considerablemente.
Las autoridades israelíes han declarado más de 2,370 hectáreas como 'tierras del Estado', que luego alquilan exclusivamente a israelíes.
La intención de las autoridades israelíes es ejercer un derecho exclusivo y no transferible sobre toda la Tierra de Israel, incluida la Cisjordania ocupada.
La reacción internacional ha sido insuficiente, y ha habido poco avance hacia el propósito de lograr dos estados independientes.
Conclusión: Los avances territoriales de Israel en Cisjordania están socavando cualquier esperanza de paz y creando tensiones y violencia en la región. La respuesta internacional necesita ser más firme y sostenida.